EL APEGO Y LAS DEPENDENCIAS EMOCIONALES
El apego y las dependencias emocionales son cadenas que enmascaran alguna falta de Autoestima, seguridad o necesidad vital no cubierta . El apego es ese vínculo que todos los humanos sufrimos en mayor o menor medida.
Si consideras que algo o alguien en tu vida son indispensables para tu felicidad, tienes un pequeño problema.
“Estás a merced que algo o alguien que no depende de ti».
Si creas una relación dependiente, estás entregando el alma a cambio de obtener un falso placer y un sentimiento de seguridad que inicialmente llena, pero que con el tiempo, va dejando huecos vacíos. Es esa sensación de que estás perdido, vacío, solo, bajo de ánimo….
¿Qué está cubriendo en realidad el apego?, ¿quizá una falta de satisfacción personal con uno mismo?, ¿Quizá una falta de seguridad en ti mismo?, ¿enmascara una falta de Autoestima?, ¿Necesidad de no estar solo?, ¿falta de autovaloración? …
Hemos sido educados para ser complementados por alguien o algo. Desmereciendo así nuestra propia capacidad de auto- gestionar nuestras propias necesidades, y esa energía desperdiciada que estamos dedicando a un objeto, a una relación, a un vínculo, a algo, tarde o temprano, además de mutilar nuestra libertad, puede que no acabe sirviéndonos de nada, puede dejarnos en un estado de orfandad con nosotros mismos muy importante.
Por ejemplo, hay relaciones de pareja en las que uno de los miembros es muy dependiente del otro aunque en cambio le ofrezca muy poco amor. El problema de dependencia emocional suele esconder miedos a estar solo, a no saber estar conmigo mismo, a la sensación de que nadie me quiere, de que no puedo tener algo por mí solo…. De que necesito de otros para sentirme valorad@.
Pero las relaciones, así como los objetos, pueden no ser para siempre.
Los budistas llaman ignorancia, incluso engaño, a la capacidad de pensar que las cosas no cambian y duran para siempre. ¿Somos nosotros una sociedad ignorante?
En términos budistas, SI. Somos muy ignorantes. Las cosas cambian, se transforman, y eso lo saben bien en las sociedades orientales. Educan bajo la ley de la impermanencia, de que las cosas se van… No son para siempre, y deben estar preparados para la pérdida.
En nuestra sociedad Occidental, nos han educado justo al revés, de manera que no hay nadie que esté preparado para la pérdida. Nos cuesta aceptar un adiós, un dejar marchar, un desprenderse definitivamente de algo. Parece que nos arranquen algo de nuestra propia piel. Y es ahí donde aparece el sufrimiento.
¿La felicidad está en poseer las personas o las cosas o en no necesitarlas?
No es más rico quien más tiene, sino quién menos necesita.
Buda
Tenemos que llegar hasta la felicidad de una manera más armoniosa, más relajada, más simple, más ligera de equipaje, más subjetiva, en la medida en la que ser feliz, no dependa de lo que la sociedad marca como canon, sino en la medida en la que cada uno debe, puede y elige ser Feliz, sea con alguien o sin alguien, con posesiones o sin ellas.
Ser Feliz «con lo puesto y nada más».
Walter Riso psicólogo y escritor, define el apego como:
Un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas:
- Que es permanente
- Que te va a hacer feliz
- Que te va a dar seguridad total
- Que dará sentido a tu vida
Cuando tienes un vínculo de este tipo, no estás preparado para la pérdida y pasas el tiempo sufriendo por el momento en que ya no estará contigo, así que al final, es aquello del » ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio».
El apego corrompe. Es el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad.
Vinculado al apego, pierdes el respeto por tus valores más esenciales. Pierdes la libertad y vives bajo el miedo que envuelve la pérdida.
Pierdes energía, luchando por mantener lo que el ciclo de la vida quitará de una manera natural. Puede que en ese camino pierdas también tu alegría.
Estás tan metido en invertir recursos en MANTENER, que pierdes la posibilidad de DISFRUTAR de la vida como otras muchas cosas que suceden a tu alrededor y que puede que no te des ni cuenta.
Adición o apego.
La adición obliga, esclaviza, el apego es más una decisión propia. Hay detrás una mayor voluntad personal y consciente de mantenerlo cerca.
Pero cualquier necesidad es potencialmente susceptible de convertirse en un apego. Incluso necesidades primarias como comer o beber. Te das cuenta que estás cayendo en eso, cuando no puedes controlarlo y empiezas a ver que te hace mucha falta… Que lo necesitas para sentirte bien.
Elegir o necesitar.
Te necesito.
La expresión » te necesito» habría que sustituirla por «te prefiero«. Cuando tienes una necesidad tú no eliges, lo que elige es el impulso. Es necesario un cambio de mentalidad y de paradigma.
«Te necesito» significa que aquello que necesitas es imprescindible para ti, y por tanto sientes vacío sin ello. «Te elijo», es que conscientemente sé que hacer, me ayudas a mejorar algún aspecto de mí mismo y por tanto elijo compartirlo contigo,
PERO YO POR MI MISMO, SOY COMPLETO.
Deseo y Apego. ¿Es lo mismo?
Una cuestión intrínseca a nuestra sociedad actual es… ¿Son nuestras necesidades y deseos innatos o han sido creados por la sociedad de consumo? Eterna discusión.
Hay necesidades primarias y psicológicas que así son, innatas. Dormir, comer, sentir… Pero hay otras muchas que son secundarias, que son aprendidas y que tienen que ver con los deseos.
Llevar un buen coche, ordenador o móvil de última generación, ropa de marca…..
El deseo es un placer proyectado en el tiempo y nos hace humanos, ahora bien, cuando eres incapaz de renunciar a eso, estás en el apego.
Apegos peligrosos.
Deseos que afectan a tu salud mental o física. Hay deseos que de por sí, pueden resultar peligrosos si se viven desde el exceso. Incluso el amor.
Deseos pasionales, viscerales, tóxicos… Acaban esclavizandote. Salir de ellos es saber decir BASTA !! con convencimiento y esfuerzo absolutos.
Diálogo interior para superar apegos.
Hablar con nuestros deseos es simplemente conectarte con el canal en el que esa necesidad se expresa. Lo más importante, aunque parece mentira, no es matar esa necesidad, sino entender que ESTA CUBRIENDO ESE APEGO , entender lo inútil o peligroso de ese apego. Cuando lo ves, lo haces consciente, lo entiendes, automáticamente eso pierde valor y peso. De repente, te sientes liberado y cubres tu necesidad con algo que depende de ti. No de otros.
No pongas tiritas. Seca la herida para que sane totalmente
La crisis económica y los apegos.
La actual crisis nos servirá para que nos demos cuenta de la energía que estamos perdiendo con cosas superfluas, inútiles y que finalmente no nos aportan la tan ansiada felicidad.
Las crisis ayudan a esto. Muestran y filtran lo superfluo, lo inútil de las necesidades que te habías creado y de las cuales, por supuesto, se puede prescindir.
Aprender a prescindir de algo o alguien es muy importante, porque cuando lo haces, estás a un paso de tu liberación.
Una crisis implica un cambio de valores, de prioridades, de foco, y hace que las personas tomen consciencia sobre lo realmente importante.
¿Es inevitable el dolor en el desapego?
No se si hablar de dolor. Pero si está claro que tendrás que incorporar nuevos hábitos. Y ya sabéis que para sustituir un viejo hábito, hay que reemplazarlo por uno nuevo. Cada día, tantas veces podamos en un día.
El nuevo hábito generará los nuevos surcos para crear nuevos vínculos. Más sanos, más felices. Más adecuados para ti.
Así que si volvemos a estar apegados a alguien o algo…. Lo importante es que ese algo o ese alguien, no me limite. Sino todo lo contrario.
Me haga mejor persona y más consciente de que YO ELIJO LO QUE QUIERO NECESITAR EN MI VIDA
2 comentarios
Sublime , gracias por Tu reflexion
[…] vida, las situaciones, las circunstancias deben vivirse con DESAPEGO, sin expectativas, por que cuando dejo ir, hay un milagro que ocurre sin que seas demasiado […]